El Consejo de Administración de la Fundación El Libro decidió suspender la 20ª Feria del Libro Infantil y Juvenil como medida de precaución frente al avance de la gripe A en todo el país. La directora de la feria, Marta Díaz, explica las razones
Por razones de precaución en el contexto de la emergencia sanitaria que rige en el país por la epidemia de Gripe “A”, el Consejo de Administración de la Fundación El Libro resolvió suspender la 20ª Feria del Libro Infantil y Juvenil, que iba a desarrollarse en el Centro de Exposiciones de la Ciudad de Buenos Aires del 13 de julio al 1 de agosto de 2009.
Marta Díaz, directora de la feria, señaló: “El Gobierno Nacional ha desaconsejado la concurrencia a espectáculos masivos. Nosotros tenemos como principales clientes a los chicos, y no podemos arriesgarnos a hacer una feria con una convocatoria multitudinaria de chicos en este contexto. Somos responsables por cualquier cosa que suceda en la feria. Seguramente habrá muchos otros espectáculos que no se van a suspender, pero la Fundación tiene una imagen y una conducta, que es proteger a los chicos. Es muy desaconsejable hacerla en estas condiciones, así que el Consejo de Administración tomó esa decisión, aunque teníamos toda la feria vendida, los expositores, los sponsors, las actividades, las narraciones, los talleres, todo. Se puso todo en la balanza y es una decisión tomada que ya hemos comunicado a la Legislatura y a los 120 expositores”.
Agregó que no es la primera vez que se suspende la Feria del Libro Infantil y Juvenil, ya que la tercera edición de esta muestra, en 1991, también debió suspenderse debido a que La Rural había modificado la fecha de la Ganadera y el Centro de Exposiciones de la Ciudad de Buenos Aires estaba ocupado. Detalló: “Las condiciones en las que se encuentra el predio también influyeron a la hora de evaluar los riesgos”.
Una decisión sensata, en el contexto en que por razones sanitarias se amplió el receso escolar en ciudad y provincia de Buenos Aires, y donde la salud y el bienestar de los niños primó sobre las conveniencias o ventajas económicas, en un necesario criterio de ordenamiento de prioridades.