Ollivier fue uno de los más destacados impulsores de la moderna actividad de ferias en nuestro país desde 1969, cuando organizó la I Exposición del Confort Humano. En 1970 fue designado Comisario General del Pabellón Argentino en la Expo Universal de Osaka, en la que cumplió una tarea impecable al frente de esa representación nacional durante 6 meses.
En 1971 fundó la empresa Banpaku (cuyo significado es “exposición internacional” en japonés), con la que organizó 143 exposiciones en el país y asesoró 42 pabellones argentinos en muestras internacionales. Ollivier permaneció al frente de la empresa hasta 2004, y hasta la actualidad era directivo del Centro Costa Salguero. Su ejemplo y enseñanzas inspiraron las acciones de los principales referentes de la actividad en nuestro país.
Fue el creador de más de 100 exposiciones nacionales, presidente y vice de la Asociación de Ferias Internacionales de América, AFIDA, entre otras destacadas actividades que llevó a cabo a lo largo de su prolífica vida.
“Estoy pleno y conforme con lo que he planificado y tengo”, expresó en una nota de Ferias & Congresos publicada luego de la venta de Banpaku.
Era una persona de temperamento fuerte que le permitió superar adversidades y lo aplicó a todas las facetas de su tarea profesional, pero también era una persona sensible que amaba la música clásica, obras maestras del cine como “Doce hombres en pugna” o la literatura de Oscar Wilde.
Cuando se concretó el traspaso de Banpaku, el artículo de Ferias & Congresos expresaba: “El hombre que inventó el negocio ferial en Argentina y uno de los responsables de su desarrollo dejará un espacio difícil de llenar”. Ahora, su muerte provoca un vacío imposible de llenar, aunque también señala que supo convertirse, a lo largo de su vida y su obra, en un hombre inolvidable.
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