Abrió oficialmente sus puertas la megamuestra universal en la capital de Lombardía; el pabellón argentino tuvo buena convocatoria en el primer día
El gran evento mundial del año, la Expo Universal de Milán, inauguró el viernes 1 de mayo al mediodía. La exposición, de la que participan 145 países, se desarrollará hasta el 31 de octubre con el lema “Alimentar el planeta, energía para la vida”. La muestra se despliega en casi un millón de m2, y en la primera jornada, sus organizadores estimaron en 200.000 los visitantes, que se acercaron al recinto desde las 7 de la mañana, cuando todavía había obreros terminando los últimos retoques de algunos pabellones. El día feriado mundial, favoreció la amplia convocatoria.
En la apertura, un acto de organización impecable y una hora de duración, realizado en el anfiteatro Open Theater con capacidad para 11.000 personas, se dirigieron al público asistente el comisario general de la muestra, Giusseppe Sala, el alcalde de Milán, Giuliano Pisapia, el presidente de la región de Lombardía, Roberto Maroni, el presidente del Bureau International des Expositions, BIE, Ferdinand Nagy, el papa Francisco, a través de una videoconferencia desde El Vaticano antes de la ceremonia de apertura, y el primer ministro de Italia, Matteo Renzi. Los discursos fueron breves y concisos.
También fueron parte de la ceremonia, el secretario general del BIE, Vicente González Loscertales, uno de los artífices de esta megamuestra, y los embajadores extraordinarios de la Expo, entre ellos el jugador argentino de fútbol Javier “Puppi” Zanetti, quien participará de un partido especial el 4 de mayo en el estadio de San Siro, a favor de la nutrición infantil.
En la noche del jueves 30 de abril, hubo un concierto de apertura de la Expo en la Piazza Duomo de Milán, con el tenor Andrea Bocelli como figura estelar.
En paralelo a la apertura de la exposición, hubo disturbios en las calles de Milán por el enfrentamiento entre la policía y manifestantes antiglobalización que están en desacuerdo con los recursos destinados a la muestra.
El papa Francisco, expresó que la expo es una oportunidad de “globalizar la solidaridad”. Según medios vaticanos, aunque el pabellón de la Santa Sede, de 747 m2, bajo el lema “No sólo de pan, a la mesa de Dios con los hombres”, que tuvo un costo de 3 millones de euros, es “una participación sobria, acorde con el pontificado de Francisco”, trascendió que esa cifra habría molestado al Papa por lo elevada. El pabellón fue financiado por el Consejo Pontificio para la Cultura, la Conferencia Episcopal italiana y la archidiósesis de Milán.
Al momento de la inauguración, se habían vendido anticipadamente 10 millones de entradas, y los organizadores esperan recibir 20 millones de visitantes en los próximos seis meses.
El comisario general Sala destacó la arquitectura del evento, en el que se realizaron 54 pabellones individuales de países (entre ellos, el de Argentina), y donde se lucen el espacio italiano, el de China, el de Alemania –uno de los mejores- y el de Israel, entre otros.
En la jornada inaugural, cientos de personas pasaron por el pabellón argentino, concebido como un centro de promoción comercial, turística y cultural bajo el lema: “Argentina te alimenta”, con una inversión de 9,2 millones de euros.
Las degustaciones de vino argentino y actividades interactivas forman parte de sus atractivos. Desde el 2 de mayo se presenta en el Pabellón el espectáculo “Crisoles”, que incluye los lenguajes de danza, teatro y música de El Choque Urbano, formación que explora la sonoridad de los objetos. Ya fue presentado el programa cultural del mes de mayo, que incluye un concierto de Alfredo Piro y su quinteto en el día nacional, el 25 de mayo.