Licitan dos días antes de
Navidad
El
22 de diciembre, dos días antes de la fiesta de Navidad, se dio a conocer el
llamado a licitación pública 4/2014 de la Fundación Export.Ar para la “Segunda
etapa de construcción, provisión de servicios, funcionamiento y mantenimiento
del Pabellón Argentino en Expo Milano 2015”.
El
pliego de condiciones establece como fecha límite el 23 de enero, día en el
cual se abrirán los sobres a las 13:00 en Argentina. El tope para la presentación
de ofertas en Italia es el 22 de enero a las 10:00. El pliego además menciona
reuniones informativas para los oferentes, que tendrán lugar el martes 13 de
enero a las 11:00, en las oficinas de la Fundación Export.Ar y en el Consulado
Argentino en Milán (en este último, serán dos las reuniones, sumándole otra el
miércoles 14).
En
el pliego se establece que la segunda etapa abarca desde la construcción del
interior, la energía, técnica y paisajismo, hasta el personal (¿Cómo será ese
personal? Debería ser idóneo e incluir argentinos), y la gastronomía durante
todo el funcionamiento de la muestra.
Nuevamente,
a pesar de que se la menciona como “licitación pública”, el pliego deja bien en
claro que sólo podrán concurrir a la apertura de sobres los oferentes o sus
representantes.
A
pesar de que el director ejecutivo del ente, Leonardo Boto, dijo “Yo no tengo
responsabilidad directa sobre la Expo”, el pliego de condiciones, con el
membrete de la Fundación, viene firmado por Leonardo Hernán Santos, gerente de
Administración de Fundación Export.Ar., subordinado de Boto.
A
pesar del hermetismo con que quienes llevan adelante el Pabellón Argentino han
rodeado de silencio todo su accionar, el pliego menciona que fue adjudicada la
primera etapa, y corresponsales de Ferias & Congresos en Milán confirmaron
que la empresa constructora de esa primera etapa es Paolo Beltrami S.p.A., la
misma que construyó los pabellones de Israel y Malasia. Pero mientras que estos
pabellones comenzaron en octubre y estarán terminados en la última semana de
febrero, el pabellón de nuestro país recién se encuentra en etapa de conclusión
de los cimientos, y su construcción comenzará en la primera semana de febrero,
con intención de estar terminado en la primera semana de marzo. Si el espacio
expositivo nacional tiene que ser entregado a mediados de marzo, la segunda
etapa de los contenidos deberá ser resuelta en una semana. El pliego dice que
debe entregarse el pabellón el 31 de marzo “o cuando lo establezcan las
autoridades de Expo Milano 2015”. También dice que el adjudicatario de la
segunda etapa deberá comenzar los trabajos 6 días hábiles después de notificada
la adjudicación, es decir a fines de enero. Y si está previsto comenzar la
construcción en la primera semana de febrero, no tendrán pabellón al que
aportarle interior, paisajismo ni contenidos.
Otro
dato interesante es que el pabellón ocuparía entre 1.100 m2 y 1.200 m2, sobre
los 1.907 m2 de terreno cedido sin cargo por la Expo Milán 2015. Y en algunas
paredes incluiría jardines o huertos verticales.
El
costo de esa primera etapa, sólo la estructura exterior, rondaría el millón y
medio de euros.
Cada
dato genera nuevas preguntas. ¿Por qué no se puede asistir a la apertura de
sobres y saber cuánto se pagará por la representación de nuestro país, y quién
estará a cargo de sus contenidos y funcionamiento?
¿Por
qué Malasia e Israel construyeron –con la misma empresa- sus pabellones en 5
meses y la Argentina lo hará en 5 semanas? ¿Por qué la demora en poner en
marcha el proceso del pabellón, si el decreto declarando la participación
argentina como De Interés Nacional data de principios de junio (y la firma de
la participación por parte del canciller Héctor Timerman fue el 17 de diciembre
de 2013)?
Evidentemente,
si bien el proyecto fue diseñado por arquitectos argentinos (aunque no por LOS arquitectos argentinos, ya que no
hubo concurso público monitoreado por la Sociedad Central de Arquitectos) y el
pabellón puede ser construido por una empresa italiana, no se puede derivar a
un operador extranjero el manejo de los contenidos y el personal. Por más
afinidad sanguínea que haya con Italia, es difícil que un italiano logre
promover mejor los productos alimenticios de nuestro país que un argentino.
La
participación en Expo Milán debe potenciar las exportaciones argentinas de
agroalimentos.
Con
estos antecedentes, casi una misión imposible.Para acceder al pliego (los anexos se descargan aparte): http://www.exportar.org.ar/web2013/licitaciones.php#
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