Los circuitos de la memoria
Una
propuesta inédita: visitas de una hora y media con guías capacitadas a
los museos de la ciudad de Buenos Aires especialmente programadas para personas
con Alzheimer. El programa, ideado e impulsado por el ministro de Cultura de la
Ciudad de Buenos Aires, Hernán Lombardi, y el neurocientífico Facundo Manes,
quien además dirige la prestigiosa Fundación INECO, apunta a potenciar los efectos terapéuticos del arte
“El
arte, como la experiencia, es muy poderoso para crear nuevas conexiones
neuronales. La memoria, la evocación, es un acto creativo”, ejemplificó el
neurólogo y neurocientífico Facundo Manes en el marco de la presentación del
Programa Arte y Cerebro.
En
esa charla informativa, realizada el 7 de abril ante 118 asistentes en el Museo
de la Ciudad, el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, subrayó: “Para
nosotros, esta iniciativa es muy importante, porque se introduce en una
problemática muy habitual y destemplada, que es la del Alzheimer en nuestras
vidas cotidianas. Ya se empezó a realizar en el Museo Larreta, en el Museo del
Humor, en el Perlotti, en el José Hernández, y seguiremos por todos los museos
de la ciudad. Estamos orgullosos de poder trabajar sobre la forma en que la
cultura puede contribuir a mitigar algo que es motivo de sufrimiento y dolor
para muchos. Esto es parte de nuestro programa esencial. Vemos a la Cultura
como abierta, participativa y dispuesta a colaborar en los distintos dramas que
la sociedad tiene”.
A
su vez, Manes señaló que “en Argentina hay 500.000 personas con Alzheimer o
problemas relacionados. Y esto impacta en 2,5 millones de habitantes, que son
los pacientes más su entorno familiar. No tenemos actualmente una medicación
que lo cure, porque los cambios en el cerebro comienzan 30 años antes de la enfermedad
y ninguna pastilla puede curar una enfermedad que empezó a modificar el cerebro
tres décadas antes. Hoy se está volviendo a lo no farmacológico, como el arte,
por ejemplo. La memoria no es una cajita donde guardamos recuerdos. Son
conexiones cerebrales reforzadas por la síntesis de proteína. Y cada vez que
recordamos algo, la memoria se refuerza. La memoria de los años más recientes
está en una zona que se llama hipocampo, en la base del cerebro. Eso es lo
primero que se afecta en el Alzheimer, por eso quienes lo padecen dicen “me
olvidé de la semana pasada, pero recuerdo lo de hace 20 años”. Porque la
memoria de 20 años atrás está en otra parte, más en la corteza cerebral. Y esas
memorias, si no se recuerdan, se deshilachan, se fragmentan y desaparecen. Y
con la técnica del arte, de la reminiscencia para alguien con Alzheimer de
recordar un cuadro de Quinquela o una foto de Buenos Aires hace 40 años, se
refuerzan los circuitos de la memoria”. Añadió: “Quiere decir que hay una base
científica para evaluar cómo el arte influye en las conexiones de la memoria y
en la calidad de vida de los pacientes con Alzheimer. Por eso, porque el arte
es un dominio cognitivo que modifica las conexiones cerebrales, y además ayuda
a reconstruir o reforzar recuerdos, decidimos con Hernán Lombardi y con la
Fundación INECO hacer una investigación donde podamos incluir datos que van a
ser publicados en los congresos de neurología, de neurociencias y de Alzheimer
más importantes del mundo. Porque este es un proyecto inédito, que no lo
hacemos sólo para que se beneficien los pacientes que tienen acceso a los
Museos de Buenos Aires. Si demuestra su efectividad, vamos a compartir la
experiencia con el mundo. Porque hay Alzheimer en Nueva Delhi, en Shanghai, en
Ciudad de México, en Bahía Blanca, en La Quiaca, o en Comodoro Rivadavia. Esta
es la importancia de este proyecto, que si vemos un efecto positivo
científicamente demostrable vamos a publicarlo en revistas médicas
internacionales, para que el mundo pueda avanzar en este camino”.
Las
visitas requieren inscripción previa al mail:
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