El cardenal Jorge Mario Bergoglio se transformó el miércoles
en el primer Papa argentino en la historia de la Iglesia Católica. La quinta
fumata fue blanca y anunció que, tras una cómoda elección de la que
participaron 115 cardenales reunidos en la Capilla Sixtina y que duró 24 horas,
el sacerdote de Buenos Aires fue el elegido. Al igual que el resto de los
argentinos y latinoamericanos, Ferias & Congresos celebra este suceso
histórico con orgullo, ya que constituye una nueva posibilidad de hermanar al
mundo a través de un mensaje de paz.
Francesco o Francisco es el nombre por el que ya es
llamado Bergoglio, el jesuita de 76 años. Su primera aparición con la sotana
blanca papal fue casi una hora después de la fumata, cuando desde el balcón
impartió su primera bendición, rezó el Padre Nuestro y el Ave María y con una
notoria emoción, expresó: “Ustedes saben que el deber del Cónclave era darle un
obispo a Roma. Siento que mis hermanos cardenales fueron a buscarlo al fin del
mundo. Les agradezco la bienvenida”. Asimismo, Bergoglio pidió a los fieles
reunidos en la plaza una oración “para que todo el mundo sea una gran
hermandad” y condujo una multitudinaria oración por Benedicto XVI, su
antecesor.
"Auguro que este camino de la Iglesia que hoy
comenzamos y en el que me ayudará mi cardenal vicario aquí presente, será
fructífero para la Iglesia y para esta bella ciudad. Nos vemos pronto”, dijo
casi sobre el final de su mensaje.
Para el Vaticano, con esta elección concluyen cuatro semanas
inéditas en la historia moderna de la Iglesia. La llegada de Francisco se da
después de la renuncia inesperada de Benedicto XVI, alegando "falta de
fuerzas", un hecho sin precedentes en los últimos siete siglos.
Desde Roma, Bergoglio guiará a los 1.200 millones de fieles de
todo el mundo que profesan la religión católica, más del 40% de ellos son de
América Latina.
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