Un confuso y contradictorio enfrentamiento se registró el
martes en el Centro Cultural General San Martín, cuyo acceso estaba tomado y
obstruido desde hace dos meses por una protesta. Los ocupantes y la Policía
Metropolitana protagonizaron una contienda luego de que 70 agentes intentaran
desarticular la manifestación por orden de la fiscal Claudia Barcia.
El episodio arrojó un saldo de 4 detenidos y 16 heridos
(tres de ellos con bala de plomo, todos fuera de peligro); y dejó un tendal de
destrozos tanto en el edificio del Centro como en las inmediaciones.
Finalmente, la protesta se levantó y actualmente sólo quedan cuatro ocupantes en
el sexto piso, que viven allí desde enero y que no participaron de esta
rencilla. En tanto, el Centro Cultural está tapiado y con una importante
custodia policial. Además, un equipo de 40 personas están realizando tareas de
limpieza y refacción para reacondicionar el Centro.
El episodio comenzó el martes por la tarde, cuando la
mayoría de los manifestantes dejaron por 48 horas el campamento y la ocupación
para negociar con el gobierno, según lo anunciaron en su Facebook. Luego de 71
días, retiraron las carpas y algunas pertenencias de la plaza seca. Valiéndose
de esta situación, la Policía Metropolitana -por disposición de la fiscal
Claudia Barcia- rápidamente desplegó un cordón humano sobre el perímetro del
predio y prohibió el reingreso a las 50 personas que habían tomado la plaza
seca del edificio.
Así, la protesta quedó prácticamente desarticulada durante
unas horas, pero finalmente la misma fiscal se presentó en el lugar, sorpresivamente
ordenó dar marcha atrás con la medida y los ocupantes volvieron a ingresar al
Centro. Si bien durante la tarde los manifestantes habían resistido con
cánticos en contra del gobierno de Mauricio Macri, la Policía y las autoridades
del centro; la desarticulación se había concretado sin mayores incidentes hasta
ese momento.
Sin embargo, la situación se tornó más agresiva con el paso
del tiempo. Al reubicarse en la plaza, los manifestantes comenzaron a derribar
las rejas, armar barricadas y lanzar objetos como fierros y containers de
basura contra la policía. Si bien un grupo de manifestantes se reunió con
Hernán Lombardi, ministro de Cultura de Buenos Aires, en la Casa de la Cultura
para negociar, en el edificio del Centro se recrudeció el enfrentamiento y los
manifestantes lanzaron bombas molotov e hicieron estallar los vidrios del
ingreso al Centro. Desde dentro, la Metropolitana trató de dispersar lanzando
agua y luego la manifestación se fue dispersando por Sarmiento y avenida
Corrientes, calles que se transformaron en verdaderos campos de batalla, según
ratificó el subjefe de la Policía Metropolitana, Ricardo Pedace.
“No conozco artistas que lleven bombas molotov a
una protesta. Fue una extraordinaria violencia que pone en riesgo a las
personas que trabajan en el lugar”, afirmó Lombardi en declaraciones al canal
de noticias TN. El diputado Luis Zamora, por su parte, recorrió la
manifestación con el objetivo de contener el clima de conmoción.
Ferias
& Congresos estuvo presente desde el principio del operativo, y pudo
registrar las imágenes contenidas en esta nota.
Reseña del conflicto
El CCGSM está tomado desde enero por un grupo no
identificado de personas que rechaza la relocalización de las actividades y
talleres artísticos que se impartían en la Sala Alberdi del Centro. El gobierno
de Buenos Aires planea realizar obras de refacción en el espacio y luego
utilizarlo para su programa de actividades; y aseguró que trasladaría los
talleres a la gorra y autogestionados que funcionaban en la sala Alberdi a la
sala Los Andes, ubicada en Chacarita. Los manifestantes, por su parte, aseveran
que Los Andes tiene una capacidad mucho menor a la Alberdi y no la consideran
un espacio apto para sus actividades.
Luego de este confuso intento de desarmar la protesta, que
sólo dejó destrozos en la vía pública, heridos y un mayor deterioro en las
instalaciones del Centro (ya que varias de sus esculturas fueron dañadas), sus
autoridades aún aguardan que la Justicia, a través de la jueza Fabiana Schafrik,
falle a favor del desalojo de los cuatro ocupantes restantes. Por su parte,
ayer los manifestantes realizaron una marcha pacífica desde el Obelisco hasta
el edificio de Sarmiento y Paraná, en la que debatieron y resolvieron que continuarán
con las medidas de fuerza e intentarán reingresar a la plaza seca.
“Había pedidos de eventos, no se pudieron realizar dos
importantes congresos que estaban confirmados, nos perdimos una charla del gran
escritor Ricardo Piglia gratuita, los cursos tampoco pudieron comenzar; pero
por ahora no estamos en condiciones de abrir. La ocupación dejó una grave
consecuencia y queremos hacer las cosas con tranquilidad”, dijo a Ferias &
Congresos Gabriela Ricardes, directora del Centro.
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