La exposición internacional Yeosu 2012 inauguró esta mañana (viernes 11) en el remozado Parque Nacional Marino de Hallyesudo, ubicado en la mencionada ciudad coreana. Bajo la temática "El océano viviente y las costas" la expo concentra -en 25 hectáreas- a la participación de 108 países,entre ellos, la República Argentina.
El país participa de la exposición con un pabellón de 892 m2 organizado por la Cancillería a través de la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales (SCREI), en el que se exhibirán diversos aspectos relacionados con las costas y la vida oceánica de nuestro país. El pabellón alberga, además, muestras sobre arte y tecnología relacionadas con la temática de los ecosistemas del Mar Argentino. Además, se incluirá una mención al reclamo sobre la soberanía de Malvinas.
Tras un brillante acto inaugural, en el que impactó el show de fuegos artificiales, la expo se desarrollará desde el 12 de mayo hasta el 12 de agosto en el puerto de la ciudad de Yeosu, al sudeste de la península de Corea. Participaron de la celebración de apertura el presidente coreano Lee Myung-bak junto a los mandatarios de 13 países, el secretario general de Bureau des Expositions (BIE), Vicente Loscertales y los presidentes de multinacionales como Hyundai y Samsung. El encuentro pondrá el foco en la necesidad de avanzar hacia una mejor comprensión del valor y el significado de los océanos y las costas, así como en la importancia de abordar cuestiones que hacen a la relación de la humanidad con su entorno natural, tales como el cambio climático y la protección de los ecosistemas.
En la muestra, a la cual se espera que asistan unos ocho millones de visitantes, estarán representados más de un centenar de países, además de organizaciones internacionales y empresas. Vale destacar como interesante coincidencia que este año se celebra el 50 aniversario de las relaciones diplomáticas entre el país anfitrión y Argentina.
El pabellón argentino: naturaleza, innovación y cultura
El espacio de nuestro país estaba abriendo sus puertas por primera vez al momento de esta publicación (9.30 de la mañana del sábado 12 en Corea). No faltaron a la cita Ricardo Fernando Fernández, comisario general del pabellón, y el embajador de Argentina en Corea, Carlos Argañaraz. El stand ha sido diseñado con el objetivo de representar visualmente las olas del Mar Argentino y el Océano Atlántico. Sus formas onduladas buscan, asimismo, evocar el dinamismo que caracteriza a la vida acuática, la comunicación, los movimientos artísticos y el avance de la tecnología, a tono con el lema del pabellón: “Tecnología argentina para el conocimiento de los océanos”. Forman parte del espacio nacional 25 promotores coreanos -que además hablan español- 5 asesores de turismo y el personal dedicado a la gastronomía del pabellón.
De acuerdo a lo que informó la cancillería en su comunicado de prensa, la idea de este espacio es lograr un fuerte impacto visual tanto en lo que hace al diseño exterior como al interior, mediante los casi 100 metros cuadrados de pantallas que lo revisten. De este modo se pretende que el visitante tenga una aproximación sensorial al conocimiento de la fauna marina y los destinos turísticos ubicados sobre las costas argentinas. Asimismo, el pabellón argentino dará visibilidad al reclamo de soberanía de nuestro país sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos que las circundan. Con este espacio se buscará que los visitantes conozcan la posición soberana argentina ante la disputa con el Reino Unido, así como las disposiciones de las Naciones Unidas que instan a reanudar el diálogo entre los dos países.
El pabellón expone también avances tecnológicos argentinos aplicados al mundo marino. Entre ellos se destaca el satélite SAC D/Aquarius, cuyo objetivo principal es medir la salinidad superficial de los océanos a escala global, dato que permitirá mejorar la comprensión del fenómeno del cambio climático. Por otra parte, los colores del pabellón guardan relación con los de la marca país de Argentina: el celeste representa el turismo, el azul el comercio y el gris el conocimiento. Para su construcción se tuvieron en cuenta la textura de los materiales y los efectos sonoros, a fin de establecer un diálogo armónico con el entorno general de la Expo.
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